Categorías
FILOSOFÍA

DESCUBRIR LA REALIDAD

La importancia de descubrir la realidad desde la complejidad para comprender y entender que formamos un sistema

Autor:

Fiorenzo Campeotto L

Dentro del marco filosófico-científico podemos alegar dos elementos importantes para  descubrir la realidad: la filosofía y la ciencia. ¿Por qué desde la filosofía? Para algunos autores, el surgimiento del pensamiento filosófico, mucho antes de Cristo, ha aportado grandes descubrimientos  en la historia de la humanidad, inclusive el  nacimiento del pensamiento científico en los inicios de la era moderna. A través de la filosofía y el uso de la razón han logrado comprender y despejar ciertos enigmas que configuraban el proceso evolutivo del hombre; por tanto, la historia filosófica está empapada de pensamientos y teorías que han construidos las bases epistemológicas para el sostén del conocimiento como verdadero.

Por otra parte, encontramos los aportes de Wainstein M. (2016) en base a algunos autores contemporáneos afirman que solo podemos descubrir la realidad desde su  complejidad. A partir del siglo XX se impone el concepto de complejidad en el campo de las ciencias, relacionándose con lo complicado y  lo difícil de entender; actualmente la complejidad es la comprensión del mundo como entidad que se logra por medio de: descubrir-conocer-comprender-entender.  

Los primeros filósofos de la antigua Grecia alegaron la existencia de tres grados de conocimientos para descubrir y conocer la realidad; el primero de ellos es el conocimientos sensitivo desarrollado través de los sentidos; el otro es el racional discursivo, gracias a la imaginación, la razón discursiva, es decir por medio de la lógica nos lleva a conocer la realidad, y el tercero es conocimiento racional intuitivo que solo aplica a través del entendimiento y así podemos descubrir y descubrirnos, conocer y conocernos la realidad propia y la realidad externa. En los dos primeros intervienen la subjetividad y, el último, no entra en juego lo subjetivo; como nos enseñó Husserl la “Epojé fenomenológica”. El “epojé” es lograr el cambio radical de la tesis natural que implica la consciencia enfocada al mundo y la realidad siempre presente; solo con este método podemos perder la atención al mundo para conocer la realidad sin prejuicios previos.  

Por consiguiente, lo complejo está constituidos por infinitos elementos y múltiples relaciones dentro de una realidad cambiante. La realidad no puede conocerse si no es desde la perspectiva de la complejidad, y la complejidad es un sin número de elementos entrelazados los unos a los otros, en otras palabras, un sistema compuesto por varios elementos independientes pero relacionados con el todo parecido a una red.

En suma, deja de ser elemento netamente subjetivo para pasar a elemento interaccionista con otros, una relación que marca en el contexto cultural, histórico y social para su descubrimiento, conocimiento y comprensión.

Por otro lado, encontramos el surgimiento de la cibernética en la década de los 40 del siglo pasado en Estados Unidos. Con el desarrollo del simposio que trató sobre los mecanismos cerebrales de la conducta nace la concepción de Sistema proyectado hacia la conducta del individuo en relación con el todo. Como lo manifiesta Wainstein (2006), John von Neumann hace una analogía del cerebro en relación con la computadora; por otro lado, Mc Culloch  dice que el cerebro procesa información; marca alguna relación con el pensamiento complejo.

Ahora bien, para Watzlawick (1985) en su libro Teoría de la Comunicación Humana, citando a Hall y Fagen definen sistema como “conjunto de objetos así como de relaciones entre objetos y sus atributos” (p.117), los objetos son las partes de un sistemas y los atributos las propiedades; en otras palabras elementos y  funciones; por tanto, consideramos la importancia de conocer sus elementos ya que forman parte de la integridad y unidad del sistema, de lo contrario, dejaría verse como sistema y entraría a ser clasificado como grupo.

Watzlawick nos dice que cada parte de un sistema se encuentra relacionada que al afectarse una de las partes las demás también son afectadas;  cada elementos de un sistema  son  independientes los unos a los otros, pero inseparables y forman un todo; tomamos como ejemplo la siguiente situación, encontramos una familiar compuesta por ambos padres con dos nenes entre las edades de 3 y 6 años, el niño de 6 años está en primer grado del nivel primario; la maestra observa que es inquieto, no presta atención,  no le gusta hacer actividades escolares, no escucha cuando se le habla directamente, no le gusta ir al colegio porque impone tareas, se distrae con facilidad, pierde parte de sus útiles escolares con frecuencia, entre otros.  La maestra decide conversa con la mamá recomendándole llevarlo a la orientación de un psicólogo. Una vez, en la presencia y la orientación del profesional de la salud mental, el niño es sometido a la realización de  varias pruebas y estudios apropiados al caso. El psicólogo llega a la conclusión que el nene sufre del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Desde el momento en que la maestra conversó con uno de los padres y, ahora, con el consultor,  la familia, como sistema, se ve afectada; realiza un giro de 180º en sus actividades rutinarias, enfocan más su atención al nené afectado, sin descuidar al otro hijo; buscan que el problema como tal no afecte gravemente la integridad como familia; pero es inevitable siempre influye aunque no se quiera; entonces, podemos observar como uno de sus elementos afecta a los otros a pesar de que es independiente.

En conclusión, queda claro que para Wainstein el sistema actúa como un todo en conjunto; es decir, el comportamiento o propiedades de uno de los componentes afecta o influye a otros componentes en comportamiento o propiedades.  De igual forma, con la existencia de subsistemas dentro del sistema también afectaría al sistema en general, por tanto, ningún subgrupo puede verse como único e independiente del sistema en general ya que el sistema siempre mantiene relación con su medio y otros sistemas; el medio es el sistema mayor y está conformado por varios sistemas.

Referencias Bibliográficas:

Ferrater, G. (1964), 5ta. Edición. Diccionario de Filosofía. Tomo I. Sudamericana.

Feyerabend, P. (1975). Tratado contra el método. (D. Ribes. Trad.) Ediciones Tecnos.

Fraile, G. (1997). 7ma. Edición. Historia de la Filosofía. Tomo I. Biblioteca de Autores             Cristianos.

Morin, E. (1990). Introducción al pensamiento complejo. (M. Pakman. Trad.) Ediciones            Gedisa.

Wainstein, M. (2016). La construcción Social de la mente, una teoría de la           intersubjetividad. En M. Waisntein. (Eds) Escritos de Psicología Social. (pp. 13-     17). JCE Ediciones.

Watslawick, P. (1985).4ta. Edición. Teoría de la Comunicación Humana. Herder.